
Estas manos de pequeña me enseñaron a caminar, comer, atarme las agujetas, vestirme, tender la cama, lavar los trastes, barrer, persignarme, rezar, dar, recibir, ayudar ... ahora todavía me siguen enseñando a amar, respetar, cuidar, vivir con prudencia , humildad, a salir adelante, a disfrutar las pequeñas cosas de la vida , y que estar junto a la persona que amas por más de cincuenta años,no tiene palabras.
GRACIAS!!!!!
Lindas fotos! Le mandé un correo a maryvila@yahoo.com (si esta correcto?) para que lo revisen. Saludos, Fabiano
ResponderEliminarHe visto esas manos y he recordado el olor de la Gran Vía, de los veranos, de las sentadas a la fresca, y todo lo que supuso nuestra niñez a ratos.
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